Durante el evento Nuevo Dinero 2025, Matías Friedberg, cofundador de Ixpandit Fintech Factory, participó del panel “Crédito digital: el nuevo despegue”, donde analizó el presente y futuro del crédito en Argentina, haciendo foco en morosidad, cobranza e inclusión financiera.

Desde el inicio, Friedberg dejó en claro la centralidad del financiamiento en la economía: “El crédito es el termómetro de una economía”, afirmó, destacando su vínculo directo con el crecimiento y el desarrollo productivo.


Al repasar el comportamiento reciente del sector, señaló que 2025 fue un año atípico en materia de riesgo, incluso para quienes llevan más de una década procesando préstamos: “Procesamos créditos desde 2008, y este año los niveles de mora e incobrabilidad fueron excepcionalmente altos.”


Explicó que en contextos de expansión monetaria la morosidad suele ser más baja, pero que los esfuerzos por ordenar la macro trajeron una doble dificultad: caída en la demanda de crédito y mayor complejidad en la cobranza. Por eso, agregó: “Esta vez vimos números que nunca habíamos registrado.”


En paralelo, Friedberg expuso una paradoja estructural del sistema financiero argentino: la enorme sofisticación tecnológica del ecosistema convive con limitaciones profundas en los mecanismos de cobranza. “Argentina tiene una infraestructura de pagos digitales muy avanzada, con empresas de primer nivel, pero esa tecnología no se refleja en las herramientas de cobranza disponibles.”


A esto sumó un dato clave: “Hoy es muy difícil para un oferente de crédito cobrar directamente desde una billetera virtual, PSP o CVU, a pesar de que 8 de cada 10 transacciones provienen desde o hacia un CVU.” Esta brecha entre innovación en pagos y retraso en cobranza sigue siendo uno de los principales desafíos para el sector.


Frente a este escenario, Friedberg indicó que desde la Cámara Argentina de Fintech y otros actores del ecosistema ya acercaron propuestas formales al Banco Central para modernizar los mecanismos de cobro y permitir que acompañen la adopción masiva de billeteras digitales.


Desde su experiencia en el desarrollo de scoring, pagos y cobranzas, también advirtió que el crédito privado en Argentina continúa siendo uno de los más bajos de América Latina en relación al PBI. Subrayó que la tecnología permite escalar, pero no puede compensar por sí sola un entorno macro inestable. Aun así, su mirada es constructiva: “Seguimos perseverando y somos optimistas. Dependemos de factores exógenos, pero venimos de niveles tan bajos que sólo queda mejorar.”


El panel también compartió datos que muestran el rol creciente del ecosistema: el crédito fintech representaba el 20% del total en 2024 y se estima que alcanzará el 25% en 2025. De ese 25%, el 30% de los usuarios accede únicamente a través de una fintech, lo que refuerza que el sector se consolidó como un vehículo central para la democratización del crédito.