Con una inflación que cerró en 36% y una pobreza que alcanzó el 40%, más las consecuencias inevitables de la pandemia, vieron cómo mantener su poder adquisitivo se tornaba una misión imposible.
Si bien todas las industrias debieron reconvertirse o pensar formas de sobrevivir, el sector fintech resistió el embate del complejo año pasado con firmeza y se posicionó como uno de los rubros que más se potenciaron durante las políticas de aislamiento.
En pleno auge de las herramientas digitales, se impulsaron gracias a su “gen ágil” y visión centrada en el usuario para llegar una gran porción de la población que históricamente fue relegada por la banca y excluida de los servicios financieros.
Uno de los “brotes verdes” es el segmento de los préstamos online, un rubro al que se dedica casi el 30% del total de firmas afiliadas a la Cámara Fintech, que muestra claramente una necesidad desatendida por el sector tradicional y de amplio crecimiento a nivel local.
“Esta unidad de negocios tuvo un 2020 volátil. Durante la primera mitad del año hubo dos sucesos que afectaron negativamente al sector: la regulación a los débitos interbancarios, como forma de cobranza, y la pandemia“, asegura a iProUP Matías Friedberg, cofundador de Adelantos
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